Pintar es uno de los pasatiempos predilectos de los niños, y qué mejor idea que hacerlo sobre superficies distintas al tradicional papel. Para ello, te proponemos usar la tela como punto de partida, lo que les permitirá entretenerse y a la vez desarrollar habilidades artísticas.
1. Para facilitar el trabajo de los niños, lo primero es definir el lugar sobre el cual pintarán. Lo ideal es que sea una estructura resistente como la cubierta de una mesa, atril de pie o de escritorio. Si lo harás sobre una mesa, puedes fijar el pedazo de tela a pintar con una cinta adhesiva, lo que te ayudará a mantenerlo en su lugar.
2. Luego escoge los materiales con los que se pintará. Te recomendamos escapar de los clásicos lápices a mina y crayones y dejar a tu pequeño descubrir las pinturas cómo óleos o acuarelas.
3. Podrán pintar con pinceles o bien con los dedos. Esta última opción les traerá más de un beneficio entre los que se cuentan el poder potencia su autoestima ya que comprobarán que son capaces de pintar con sus propias manos, trabajar su razonamiento espacial y estimular el desarrollo de su coordinación visomotora (gestión de los movimientos corporales a partir de la propia visión).
4. Pese a la ansiedad de ver y tocar la obra de arte recién hecha, al pintar sobre tela con acuarelas u óleos supondrá esperar a que estos estén completamente secos antes de tocar o colgar. Te recomendamos dejarlo al aire libre (en caso que no llueva) como mínimo medio día.
* Si la tela a pintar forma parte de un artículo lavable – como una prenda de vestir – aconsejaos pinturas específicas para tela. Las pinturas acrílicas no lavables y rotuladores permanentes también son alternativas pero deberás planchar antes del primer lavado para propiciar su permanencia y evitar que se desvanezcan en el tiempo.