Muchos niños sufren de coulrofobia, la cual podría responder a no conocer con precisión qué esconde el colorido maquillaje o desproporcionados rasgos faciales asociados a la figura de los payasos. Sin embargo en este artículo te invitamos a reencontrarte con su plano positivo de diversión y alegría conociendo las causas y recomendaciones para sobreponerse a este temor.

Las características comunes del payaso, que le permiten a una persona adoptar una nueva identidad y no cumplir con ciertos patrones sociales que no sería posible de otra forma en la vida “normal”, son la razón detrás de la desconfianza, sensaciones negativas, desagradables o incluso fobias que muchas personas desarrollan desde sus primeros años.

Causas asociadas a la coulrofobia
1. Para la mayoría de las personas afectadas por ella – ya sea niños o adultos – su efecto está asociado a experiencias o vivencias personales negativas e torno a la figura de un payaso. Al indagar en la opinión de varios expertos respecto al tema, la mayoría coincide en que el trasfondo del temor se encontraría en el imaginario que crean medios de comunicación como televisión, cine y series. Su figura ha sido empleada con frecuencia en temáticas de terror como una técnica para causar miedo al espectador, de manera que se genera una disonancia cognitiva entre una figura que es común asociar al entretenimiento, para todo lo contrario.

2. Otra de las razones detrás de este temor está en la apariencia física que los define. Los colores vivos del maquillaje, nariz y sonrisa exagerada podría generar estímulos chocantes en la mente un niño. Esta también podría ser la explicación al temor de muchos pequeños a sentarse en el regazo del Viejito Pascuero. Además, en el caso de los payasos, sus contradictorios gestos – como llorar mientras posee una sonrisa pintada – no corresponden con las verdaderas respuestas emocionales, terminando por causar un impacto.

La explicación sobre la coulrofobia puede encontrarse en la desconfianza que genera la cara histriónicamente maquillada, que no deja vislumbrar la expresión facial auténtica.

Técnicas para superarlo
Lo primero es discutir junto al niño de dónde proviene la base de este miedo intentando descifrar, por ejemplo, si fue de una visita al circo, de una imagen vista en la televisión, etc. Luego es importante reforzar el trasfondo de diversión con que debe asociarse y transmitir el mensaje que cualquier otra asociación corresponde a ficción. De esta manera, el o la pequeña podría volver a aproximarse poco a poco a su figura viendo imágenes de payasos, e incluso estando en cercanía de uno sin temor. Lo ideal es familiarizarlo paulatinamente de manera de erradicar el miedo de raíz.